El alambrón es un producto de gran versatilidad que se ofrece en una gama de aceros dirigidos a diversas industrias.
El alambrón de acero es un producto semiprocesado: “Hay pocas aplicaciones que utilizan el material en su forma básica, como en el caso de los anillos para construcción que venden en la ferretería para armar el castillo de varillas. También puede usarse en formas de alambre sencillas”, comparte Javier Avilés, gerente de ventas de alambrón industrial de Ternium México
Sin embargo, el uso más común de este material es para transformarlo y aplicarlo a industrias específicas, como la automotriz. “El alambrón es transformado en resortes de suspensión, en vástagos de amortiguador, para barras de torsión... también da origen al alambre que va en las cejas de las llantas, en tornillos de sujeción que van en el tablero, incluyendo los birlos automotrices”, explica Avilés.
Mallas, alambre recocido, resortes, ejes de motores eléctricos, soldadura y formas de alambre como ganchos para ropa son otros usos posibles. A mayor escala se puede transformar en los enormes cables, “torones” que requieren las excavadoras, grúas de construcción, redes marinas, elevadores, teleféricos, o como soportes de grandes estructuras en techos o puentes. Es un material con una gran variedad de usos y aplicaciones.
“Cuando vemos un tornillo no vemos la fundición, el colado, la laminación en caliente, luego el formado del rollo de alambrón y todo el proceso de transformación que hacen las industrias específicas. Son muchas las aplicaciones que existen detrás de una sola pieza, que además parece insignificante por su pequeñez. “Cuando veo a alguien tirar un clip o un tornillo siempre pienso que me gustaría que conociera todo el proceso que se llevó a cabo para obtener esa pieza”.
El alambrón es uno de los productos que son la base de la transformación para una gran variedad de aplicaciones, conoce aquí sobre su origen.