El alambrón es un producto de gran versatilidad que se ofrece en una gama de aceros y aleaciones muy amplia.
Desde las antiguas embarcaciones que surcaron los mares hace siglos hasta las más modernas naves espaciales, que han logrado ubicarse a millones de kilómetros de la Tierra, prácticamente todos los aparatos, muebles y objetos cotidianos requieren de tornillos, tuercas, grapas o clavos de sujeción en su construcción.
Sin embargo, aun cuando se trata de piezas omnipresentes y con una muy larga historia, pocos conocen el producto que les da origen: el alambrón.
Para Javier Avilés, gerente de ventas de alambrón industrial de Ternium México, el alambrón es un producto de gran versatilidad que se ofrece en una gama de aceros y aleaciones muy amplia, desde contenidos muy bajos o muy altos de carbón, y mezclado con otros elementos, como boro, cromo, aluminio o vanadio, que ofrecen diferentes características al producto final.
El alambrón se fabrica con distintos niveles de carbono añadido, según la industria a la que vaya dirigido, lo que da como resultado la siguiente clasificación:
- Alto carbón
- Medio carbón
- Bajo carbón
¿Cuál es el origen del alambrón?
Al igual que otras presentaciones de acero, el origen del alambrón está en la combinación de chatarra, fierro esponja y elementos aleantes, que es fundida y convertida en una barra cuadrada conocida como “palanquilla” con una química específica.
La palanquilla es alimentada a un horno de recalentado y cuando está a la temperatura adecuada, “la masa plástica al rojo vivo” pasa por un proceso de laminación continuo para obtener diámetros que van desde 5.5 mm hasta 26 mm, y así se forma un rollo de 2.5 toneladas de alambrón.
Después de este proceso, nuestros clientes, lo estiran en frío convirtiéndolo en alambre, es decir, el alambrón se limpia y se le quita una pequeña costra que se le forma en el exterior; luego se endereza y se pasa a través de un dado que tiene en un extremo un orificio y en otro uno menor, como un conito, y eso va reduciendo el diámetro del material, con apoyo de lubricantes.
Cada vez que el alambrón se estira se endurece y en algunos casos es necesario un tratamiento térmico para regresarle su maleabilidad y seguir estirando
Este es un proceso complejo, ya que puede tomar varios pasos estirando el alambrón para alcanzar grosores tan finos como el de un cabello humano, sin comprometer su resistencia y funcionalidad.
Una vez que se tiene el diámetro adecuado, se procesa en la forma requerida. En el caso de los tornillos, es cortado en pequeñas piezas que reciben una serie de golpes para formar la cabeza. La rosca se forma mediante un procedimiento de rolado . Finalmente, la pieza recibe un tratamiento térmico de “temple” para que sea más dura y en algunos casos es galvanizada para que resista más la corrosión.
El proceso de fabricación del Alambrón es tan especializado ya que requiere de un proceso personalizado según la industria a la que va dirigida, y es de gran versatilidad ya que ofrece una gran variedad de aplicaciones para la industria automotriz, minería y construcción.