Juan José Dávila, analista contable y Fernando Robles, ingeniero de procesos de Customizados.
Valores como la lealtad y el compromiso son de los valores más apreciados por una persona.
Tanto la lealtad y el compromiso pueden expresarse de muchas maneras, una de ellas es hacia su trabajo. Muestra de ello son las historias de Juan José Dávila, analista contable y Fernando Robles, ingeniero de procesos de Customizados, quienes cumplieron 30 y 35 años, respectivamente en la empresa.
Dos pasiones: su trabajo y el deporte
Cuando se incorporó al Departamento Fiscal en IMSA en 1991, Juan no se imaginó que en un abrir y cerrar de ojos pasarían 30 años. Tres décadas se dicen fácil, pero el secreto de su trayectoria se define por un solo valor: su pasión por el trabajo.
En todos estos años de trayectoria, Juan también pasó por el área de Controles internos, Políticas y Auditoría y tomó la gerencia de Contraloría de Centroamérica con sede en Guatemala.
Finalmente, luego de múltiples experiencias en el país centroamericano, en el 2000 regresa a México a la jefatura de Activos Fijos, Seguros y Proyectos de Inversión. Una de sus más grandes experiencias fue su participación en la migración de la información al nuevo sistema SAP, vivencia que disfrutó con la llegada de Ternium.
“Participar y estar metido en ese tipo de proyectos hacen que uno tenga la oportunidad crecer y entender más la operación del negocio”, señaló Juan.
Juan José Dávila, analista contable.
Hoy, él se desempeña como analista contable y es el enlace con el departamento Fiscal de la compañía. Sin embargo, su amor por el trabajo lo combina por otras actividades que también le apasionan: el sóftbol y el futbol.
Juan ha sido en varias ocasiones campeón en los torneos de la compañía, tanto de sóftbol como de futbol. Incluso, ha sido reconocido como el mejor pitcher en alguna de las temporadas en las que ha participado.
“Tuve la oportunidad de quedar campeón de picheo con mi equipo Broncos. Han sido múltiples experiencias en estos 30 años, tanto laborales como deportivas, mi familia siempre me ha apoyado en todo momento y el trabajo en equipo con todos mis compañeros ha sido fundamental para ello”, resaltó.
La alegría de llegar a su segunda casa
Incorporarse a un puesto de trabajo siempre es motivo de felicidad. Esa alegría la sintió Fernando aquel 1 de noviembre de 1986 cuando firmó su contrato para laborar en Galvak, hoy Ternium.
En ese entonces, Fernando inició como inspector de Calidad en la línea de Galvanizado y pasó por las áreas de Materias Primas, Pintado 1, Transformado y Planta 2. Actualmente se desempeña como ingeniero de Procesos en Customizados en Planta Juventud.
Fernando Robles
En el 2005, con la llegada de Ternium y con casi 35 años en la compañía, el ingeniero de procesos Customizados seguía perseverando y adaptándose a los cambios. “El reto más importante son todos los cambios que ha habido y a la tecnología que iba saliendo”, comentó.
Fernando ingresó a la empresa como técnico metalúrgico, pero su entusiasmo por aprender y crecer en la compañía lo motivó a estudiar para convertirse en ingeniero mecánico administrador a casi 10 años de haber ingresado a Galvak. “Yo creo que la satisfacción muy grande es seguir trabajando aquí y son los primeros 35 años; esperemos aguantar un poquito más”.
Para el también esposo y padre de familia, el apoyo de su familia ha sido muy importante, sobre todo en la etapa donde él estuvo estudiando la ingeniería y trabajando al mismo tiempo.
En el siguiente video, Ternium te comparte las historias de más homenajeados.