“Ya no somos amigas, somos hermanas”

Enfrentar una enfermedad delicada requiere de mucha fortaleza y apoyo por parte de seres queridos.

El cariño de la gente contribuye a tener un mejor estado de ánimo y a superar los retos que pudieran enfrentarse diariamente. Una de las enfermedades crónicas más comunes es el cáncer de mama, mal que afecta tanto a hombres como mujeres, pero que es mucho más frecuente en el sector femenino.

Superar este mal y las secuelas que pudiera dejar no es fácil, por ello, el Hospital Clínica Nova, junto a la asociación Unidas Contigo, crearon en 2011 el Grupo de Autoayuda Nova, donde mujeres que padecen esta enfermedad, así como sobrevivientes, comparten sus testimonios.

Dentro de este grupo, las mujeres reciben pláticas relacionadas con salud, alimentación, ejercicio y manejo de emociones. Además, también les brindan acompañamiento psicológico para que sepan que no están solas.

“Las integrantes han hecho una labor extraordinaria. Contagian y arrasan con el compromiso social que tienen. Ven primero por su persona y después por acompañar a las demás mujeres. En estos 10 años, el sueño se ha estado cumpliendo”, mencionó Estela Vázquez, responsable del departamento del Trabajo Social del Hospital Clínica Nova.

A la fecha, el grupo ha ayudado a más de 100 socias de Nova que pasan o han enfrentado esta enfermedad. Para celebrar los 10 años de este grupo, se creó el slogan “Y así, unidas caminando juntas en el corazón de Nova”.

Las integrantes también tienen un compromiso con la sociedad. En tiempos de frío, tejen gorritos para donarlos a hospitales de la localidad. Además, cada año asisten a la Feria de la Salud de Nova, donde instalan el módulo Movimiento Rosa, cuyo objetivo es concientizar a la gente sobre la importancia de hacerse mamografías.

“No hay manera de prevenir el cáncer de mama, pero sí podemos detectarlo a tiempo. Por eso, hacemos mucho hincapié en el uso de la mamografía, que desde la etapa cero se puede detectar”, aconsejó Gerardo Amarante, encargado de la Clínica de Mama del Hospital Clínica Nova.

Según datos del INEGI, en 2019 por cada 100 mil mujeres, de 20 años o más, se reportaron 35.24 casos nuevos de cáncer de mama en México.

Para María del Roble Cortinas, una sobreviviente de esta enfermedad, el grupo ha sido un espacio donde se ha sentido arropada por más mujeres que han cursado por lo mismo.

“Estoy en el grupo porque quiero hacer más conciencia a la gente, aquí nos van arropando, nos vamos haciendo hermanas. Todas estamos en los mismos zapatos. Ya no somos amigas, somos hermanas”, dijo María.

Para María la detección del cáncer de mama fue diferente. En 2011, asistió a una Feria de la Salud del Hospital Clínica Nova, donde se realizó una ecografía.

Tras sus resultados, le diagnosticaron cáncer de mama en etapa cuatro. Fue en diciembre de 2011, cuando María tuvo que someterse a una cirugía para extraer el cáncer de uno de sus senos.

“Cuando me detectaron cáncer, estábamos en blanco; no teníamos información de nada. Sentí miedo porque el cáncer para mí era sinónimo de muerte. Pero Dios, mi familia y mis ganas de salir adelante, sobre todo la actitud, han sido lo que más me ha ayudado. La fe ha sido mi bandera en esta enfermedad”, destacó.

Para Carolina Espinoza, otra sobreviviente de cáncer de mama, pertenecer a este grupo ha sido vital para expresar sus sentimientos sobre su experiencia contra esta enfermedad.

Por ejemplo, uno de los momentos más complicados fue cuando perdió su cabello a causa de las quimioterapias, así que optó por usar peluca. Sin embargo, al salir de su primer día del Grupo de Autoayuda Nova, decidió no volver a utilizarla.

“Me funcionó lo que me decían las compañeras que ya habían pasado por ese proceso; son las que más te entienden. Es bien padre estar en el grupo porque saben lo que sientes y lo que sientes en ese momento; te sientes acogida”, recordó.

En enero de 2011, Carolina fue detectada con cáncer de mama. Fueron unos piquetes del lado del corazón la alarma para que ella decidiera ir a atenderse.

Ella se sometió a una cirugía de mastectomía radical, donde le quitaron la mama izquierda, ya que las microcalcificaciones estaban regadas en la parte superior de su seno.

“Ahora vivo diferente; soy una persona muy aprehensiva, pero el cáncer hizo que disfrutara más la vida. Antes no disfrutaba. No tenía tiempo para mí, pero ahora me lo doy, tuve que cambiar”, mencionó.