Nachig, Chiapas, es una población de los Altos de Chiapas en donde la lengua predominante es el tzotzil. En ese pequeño poblado, una historia cobra vida.
Marcos Antonio Pérez Durán, Toño, para sus amigos, es un joven trabajador de los invernaderos de flores –principal actividad económica de la zona– que aún no cumple la mayoría de edad, pero tiene una meta próxima: cambiar el tejado de la cocina de su casa y colocar nuevas láminas galvanizadas acanaladas porque las actuales están muy maltratadas.
Quiere apurarse, sabe que en septiembre las lluvias son intensas de día y de noche. Su familia lo ha sufrido las últimas temporadas y Antonio no está dispuesto a que pase de nuevo.
Cada mañana camina desde su hogar hasta los invernaderos del pueblo para cuidar, cosechar y preparar los envíos de flores a los mercados nacionales e internacionales. Los invernaderos de la zona son construidos con Ternium Tubería Invernadero.
Toño trabaja en los invernaderos donde cultivan flores, principal actividad económica de Nachig, Chiapas.
Los cientos de “Toños” en México
El caso de Antonio no es muy diferente al de millones de familias en México. El 12% de las casas en el país tienen techos de lámina. Tal porcentaje se incrementa sustancialmente en las zonas rurales del país, como ocurre en los Altos de Chiapas.
Para llegar y atender a los habitantes de esas comunidades es importante contar con una sólida red de distribución, como la que ha creado Ternium con los años y que actualmente llega a municipios como San Cristóbal de las Casas, Zinacantán, Chamula, Oxchuc, Ocosingo, Altamirano, Chilón, Yajalón, Tila, Teopisca, Comitán de Domínguez y Las Margaritas.
Además, desde hace cerca de 30 años, Ternium ha trabajado de la mano de sus distribuidores y de las autoridades para llevar los materiales que se necesitan, principalmente lámina galvanizada acanalada para los techos.
La Feria Ternium
La Feria, montada durante el mes de noviembre en la plaza principal y con materiales en español y tzotzil, atrajo a la comunidad. Más de 2,700 personas, entre niños y adultos, pasaron la tarde entre juegos y dinámicas. No sólo hubo diversión, también aprendieron—en su lengua materna— aspectos básicos de la construcción, del cuidado de los materiales y de otras ventajas que tienen los productos para su vida diaria.
En la Feria Ternium, más de 2,700 personas, entre niños y adultos, pasaron la tarde entre juegos y dinámicas.
Durante la feria Ternium en Nachig, Antonio aprovechó la oportunidad para ver todo lo que podía comprar en un futuro, porque él tenía otra meta: mejorar las condiciones de su casa, hecha de block y madera.
La comunidad de Nachig no es el único lugar en donde se montan estos eventos. Muchos pueblos y comunidades aledañas han tenido la oportunidad de conocer los productos Ternium como la lámina galvanizada y la Ternium tubería galvanizada para invernadero, que se utiliza para darle forma a los invernaderos con materiales más resistentes y durables.
Siempre hay algo por mejorar
El trabajo de Toño dio fruto y pudo comprar el material. Con ayuda de su amigo Eduardo, quitó las viejas láminas por donde se colaba el sol en días secos, y el agua en días húmedos, para sustituirlas por las nuevas láminas Ternium Zintro Alum y fijarlas con clavos a la estructura de madera que sostiene su hogar, tal como aprendió en la Feria Ternium.
Las láminas Ternium Zintro Alum se distinguen por su excelente calidad y resistencia a la corrosión. Además, llevan más de 30 años protegiendo los hogares de las familias de México.
La mamá de Antonio estaba emocionada. “¡Se ve muy bien!”, dijo. Agradeció y suspiró de alivio, mientras abrazaba a su hijo porque ya no tenía que preocuparse por la temporada de lluvias. Este y muchos casos más son posibles gracias a la cercanía que tiene Ternium con sus comunidades.