Printing es un nuevo proceso de pintado que reduce costo y mantiene la estética del producto final
Los electrodomésticos consumen mucho material inoxidable, ¿cómo mantener la estética sin reducir la funcionalidad y abaratando los costos de producción? La respuesta es el acabado Printing. Gracias a que la tecnología avanza rápidamente, existen nuevas técnicas como esta para nuevos productos y mejores procesos. En este caso, los acabados metálicos, el printing ofrece opciones de gran calidad a un menor costo.
Y es que a la hora de hablar de acabados, pueden emplearse las pinturas normales que se distinguen por el tipo de resina empleada para el recubrimiento, pero el verdadero diferenciador es el tipo de acabado que se elige. Todos estos procesos se llevan a cabo en las distintas instalaciones de las plantas Ternium.
El más conocido y común es el metálico, con una amplia gama de colores en una capa superior y pintura transparente. Lo que aporta variedad y versatilidad en la estética de los productos.
Otro sistema de acabado, de mayor complejidad, es el texturizado, que ofrece una dureza mejorada y resistencia a las marcas por el uso. También esconde muy bien las marcas de las huellas dactilares.
El tercer sistema, el wrinkle, que es un acabado con textura mate profunda.
Y finalmente, encontramos el printing, una evolución que permite hacer patrones en la lámina. El resultado es un acabado que se asemeja a la madera o al acero inoxidable.
Con el sistema Printing, se pueden realizar acabados tipo madera.
Un proceso complejo, un resultado asombroso.
Para obtener esos resultados (por ejemplo, para el acabado que simula el acero inoxidable), lo que se hace es tomar una lámina, pintarla con un tono de gris muy claro e inmediatamente después pasarlo por un rodillo que apenas toca la lámina. Este rodillo tiene un patrón que hace unas marcas con un color más oscuro sobre el fondo claro y luego se aplica una capa transparente.
Entonces, el resultado final es una superficie que se asemeja a una lámina de acero inoxidable, pero con la resistencia y durabilidad del acero Ternium. La gran ventaja es que se puede usar en mercados en donde no se necesita la funcionalidad del acero inoxidable pero se quiere tener su estética, tecnología y alta calidad por un tercio del costo. Además, se tiene la facilidad de trabajar con un material más maleable que el acero inoxidable.
Ternium sigue el mismo proceso a la hora de realizar los acabados tipo madera, con el agregado de que en ellos se pueden simular materiales como la caoba o el ébano, hay muchas más opciones. En ambos casos, debido al gran tamaño del rodillo que marca la segunda capa, el patrón también es muy amplio y eso permite que no se repitan tan fácilmente los “dibujos” en una misma pieza.
El resultado es una pieza que puede sustituir al acero inoxidable de la puerta de un refrigerador… o una caja de contactos de un acabado imitación caoba que evita desentonar con el ambiente diseñado para un patio interior.
Las posibilidades son infinitas.